sábado, 18 de junio de 2011

La Traviata

Ayer día de trabajo. Por suerte pude adelantar muchas cosas y a las dos y media fui a nadar. Previa parada en un barcito muy lindo para capuccino y tost. Luego nade 700 metros y volví a casa para cambiarme para montar. Descanso nada! Monte la Lina que después de peleas con el herrero por fin esta herrada. Anduvo muy bien  la pobre.
 Me cambie para la Arena. Mis tickets no requerían vestido largo claro, costaban 168 E. Y para mi sorpresa el Presidente de Italia, Giorgio Napolitano asistiría a la presentación. El cielo estaba negro y parecía inminente terrible tormenta eléctrica. Así que me puse un vestidito negro y chatitas porque por las piedras del piso ya renuncie a los tacos. Pero en la mochila cargue un impermeable y paraguas, y me  olvide la cámara. La Piazza Bra parecía una pasarela los vestidos creo que de las mujeres de los políticos, eran increíbles. Me llamo la atención una señora con cara de abuelita y un vestido de raso verde agua …de cola. Por supuesto equivoque la puerta pero al fin entre. Es un espectáculo en si ver la gente. El escenario ocupa tres  cuartos del espacio y es un coliseo romano. Al entrar te dan una velita de cumpleaños, rosa o celeste según el sexo para prenderla durante la función. El presidente llego puntual y la gente lo aplaudió a rabiar. Y se canto el himno, que acá se canta en ocasiones muy especiales. Y lo cante gracias a haberlo aprendido en la Colombo con Martin. Y se me llenaron los ojos de lágrimas.
 El escenario estaba montado como con marcos de cuadros antiguos y movibles y las escenas se desarrollaron dentro de ellos. La Traviata es básicamente La dama de las Camelias (el guion digo) y empieza con una fiesta y trajes. La Regie era muy moderna. Y hay una serie como de lámparas enormes de alabastro que se iluminan según la escena. Algo muy particular. Y en el fin del segundo acto explotan como cerca de las lámparas y cae papel picado color cobre. Pero duro demasiado. Para ser sincera en el segundo acto me aburrí.  Los trajes son fabulosos y los cantantes también pero termino a la una de la mañana y después del día lo único que quería era irme a dormir. Pero entonces salio la luna, el ojo de la tormenta estaba sobre la Arena, y no llovio. eso es magia, la magia de la Arena.
Apenas termino Salí. Era tan raro ver la Piazza colmada de gente a la una de la mañana. De todos modos es algo que en Verona no se puede dejar de hacer. Y fue genial

La Arena como se veia anoche


La Traviata

Giorgio Napolitano( la gente lo quiere)

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